jueves, 23 de abril de 2015

Desembarco de Normandía

La mayor invasión por mar de la que se tiene conocimiento en la historia fue el Día D, exactamente el 6 de Junio de 1944 y ocurrió en la playa de Omaha, en la ciudad costera de Caen, situado en el país de Francia, que por aquel entonces estaba ocupada por los nazis. Esa invasión fue la que hizo que se desencadenase la liberación de Europa por parte de los aliados y gracias a aquella gran ofensiva salvaron a la población europea de las garras del Führer.

Todo comenzó cuando como cada noche a las nueve, el teniente coronel alemán Helmuth Meyer, encargado de escuchar las emisiones de radio inglesas buscando instrucciones cifradas, ha puesto en funcionamiento su cinta magnética al oír la siguiente cláusula: "Ahora escuchen atentamente unos mensajes íntimos",  del servicio en francés de la BBC.

Familiarizado a oír frases sin sentido lógica- hechos para causarles dudas respecto a actuar o no- pero esta vez se queda sobresaltado por lo que viene a continuación: "Les sanglots longs des violons de l´automne´, cuya traducción al español quiere decir lo siguiente: "Los largos sollozos de los violines del otoño". ¿Otra frase caprichosa? No para aquellos lectores del gran poeta francés Paul Verlaine, que reconocen nada más escuchar el primer verso de su Chanson d´automne y tampoco para los oficiales de la inteligencia alemana como Meyer, que ya han sido advertidos hace tiempo por su máximo responsable, el almirante Canaris, de que esa cita sería el primer aviso de los aliados a al Resistencia francesa de al inminente invasión del continente, dominado por lo nazis y dirigido por el Führer, siempre y cuando se transmita el primero o decimoquinto día del mes. Ese día era el 1 de Junio de 1944.

El asalto aliado contra la Europa Continental es el acontecimiento que más puede ensombrecer los pensamientos de alta jefatura nazi. Tanto intranquiliza a Hitler, que a finales de 1943 ha enviado a Francia a unos de sus más brillantes y a su vez mejores generales, Edwin Rommel, más conocido como el zorro del desierto, para supervisar las defensas de la costa atlántica en Francia, donde probablemente se dé la invasión.
Rommel lleva los seis primeros meses de 1944 tenso y maníaco con disponer de defensas inexpugnables, o que al menos sea un obstáculo difícil de rebasar.
se instalan todo tipo de estructuras metálicas dentadas y minas, decenas de miles, sobre todo en Calais, el lugar donde se encuentra el paso más estrecho del Canal de la Mancha, ya que es donde Rommel preveé que suceda la gran ofensiva.
Pero llega el mes de Junio sin invasión y Rommel, exhausto y confiado de que el mal tiempo que reina por esos días impedirá cualquier movimiento naval aliado, hace caso omiso de los avisos de inteligencia, que lo considera como un intento para despistar. Y el 4 de Junio se va a pasar unos días - según él un merecido descanso-  a Alemania, coincidiendo con el cumpleaños de su esposa.
Al otro lado del Canal de la Mancha, en la isla de Gran Bretaña, el general Eisenhower está igual de tenso que su enemigo alemán. Ha impuesto la invasión para principios de ese mes, Junio, pero el mal tiempo se lo está poniendo arduo. El mantenerlo en secreto es otro factor creador de estrés; no sólo deben hablar del día del desembarco con mucho sigilo, sino que también el lugar. Llevan días simulando que podrían entrar por Noruega, o más probablemente por el paso de Calais, al cual los alemanes someten con insistentes bombardeos.
Sin embargo, el punto escogido se encuentra a bastantes kilómetros al sur, las grandes y magníficas playas de Normandía. Aproximadamente unos cinco mil barcos se dirigen hacia ellas en largos, pero anchos convoyes encabezados por dragaminas que limpian el camino de minas marinas. La fecha escogida para dar comienzo a la gran - y a la vez esperada- invasión es la mañana del 5 de Junio de 1944 , pero unos persistentes vientos superiores a los 50 kilómetros por hora llevan a Ike( El "mote" de Eisenhower) a aplazarla por un día. Si se excede m´sa, aunque solo sea por un día, la probabilidad  de que la flota sea detectada es muy superior a la deseada.
Entre una gran tensión la meteorología da una tregua a los aliados: se anuncia entonces unas horas de tranquilidad para el día 6 de Junio, unas de las fechas en las que sucede los dos requisitos necesarios para la operación: luna tardía, para que los aviones que lanzaran paracaidistas sobre territorio francés ocupado por alemanes no sean vistos y puedan acercarse sin problema, y marea baja, para poder avistar durante el desembarco obstáculos y minas que Rommel ha mandado colocar en todas las playas del oeste de Europa.
Eisenhower ya había tomado una decisión: "Estoy completamente seguro de que debemos dar la orden. No me gusta, pero es así::: No creo que se pueda hacer otra cosa." El día D; la batalla que decidirá el camino de Europa. Ese esperado día se será definitivamente el 6 de Junio de 1944.
A partir de medianoche del día indicado, los aviones surcan el Canal de la Mancha para terminar lanzando dieciocho mil paracaidistas americanos, canadienses y franceses en la retaguarda de las líneas defensivas alemanas, se denominan avanzadilla. Su misión es apoderarse de puntos de paso estratégicos, como los puentes situados sobre el río Orne y el canal de Caen. Deberían quedar inaccesibles para los alemanes, destruir otros puentes para perjudicar el despliegue enemigo en su movimiento hacia las playas y sus alrededores, y eliminar las baterías para evitar los bombardeos contra los aliados que van a llegar vía marítima y así es, lo hacen a las seis de la mañana, después de que las diez enormes hileras en las que navegaban los cinco mil naves aliadas navegaran la distancia que les desglosa de los objetivos que han sido designados para el gran desembarco anfibio del gigantesco número de soldados; unos 160000 soldados. Las playas donde desencadenarán gran ofensiva son las siguientes cinco a las se las asigna distintos nombres en clave: Omaha, Utah, Sword, Juno y Gold, junto con un acantilado llamado Pointe du Hoc, en el que los alemanes han instalado baterías de cañones y ametralladoras MG-42.
El desembarco resulta más sencillo en algunas playas determinadas, como por ejemplo en las de Utah y Sword, pero más dramáticas en otras, especialmente en Omaha Beach, donde el mar agitado hunde a diez de las lanchas destinadas al desembarco de las tropas y otras ni siquiera pueden ser bajadas correctamente al agua. Varios marineros caen al mar en los primeros instantes y tienen pocas posibilidades de sobrevivir, ya que las barcazas tienen orden de no detenerse bajo ninguna circunstancia (lo que incluye no rescatar a nadie).
"¡Hasta la vista, mamones! vocifera un soldado desesperado desde el agua a una lancha que se aleja sin detenerse.
Aquellas que consiguen llegar a la playa, entre los vómitos de los mareados soldados, se localizan además, obstáculos de hormigón y acero, coronadas por minas que impiden el avance hasta la playa. Mientras que unos buscan un lugar por donde poder llegar a pie a la playa y otros desembarcan de cualquier manera son blancos fáciles para la artillería alemana.
Los nidos de ametralladoras hacen generan grandes destrozas, diezmando a los aliados en un fácil pim, pam, pum sin piedad. Muchos se preguntarán el porqué de una resistencia tan fuerte. Para desdicha de los aliados, los bombardeos previos al desembarco que devían minimizar las defensas alemanas han fallado: por precaución de alcanzar a sus propias fuerzas han disparado demasiado tierra adentro.
El resultado es desastroso: en la playa de Omaha, tan sólo una tercera parte de los soldados que son enviados a esa misión consiguen atravesar la distancia entre las grandes barcazas y la orilla.
La situación declinaría en caos ya que al no tomar la playa en las primeras horas después de haber desembarcado las barcazas, la llegada de posteriores flujos de tropas programadas provocaría una gran acumulación de naves y soldados en condiciones muy peligrosas.
Lo cual generó que al final del día sólo hubieran podido conquistar dos puntos apartados. Y se tardarán tres días en cumplir los objetivos asignados únicamente para un día, el día D. Por ello se bautizrá a este lugar como "la sangrienta Omaha".
Pero la gran asignación de fuerzas aliadas al desembarco de Normandía - más de un millón de soldados- va a inclinar la alianza en contra de las potencias del eje, con mucha lentitud, pero implacablemente. La respuesta alemana tampoco fue lo realmente rápida como debiera para evitar la reconquista de Europa.
Los aliados no desaprovechan el tiempo y lo utilizan para levantar nada menos que puertas artificiales, en las playas normandas conquistadas. Eso posibilitaría desembarcar a muchas más tropas y conseguir hacerse con el control de Francia más rápido de lo previsto, ayudados por la activa Resistencia Francesa. En menos de tres meses reconquistan la capital gala. En la operación también participan soldados españoles republicanos huídos tras la Guerra Civil y alistados a la Resistencia. La rendición de la guarnición alemana sucede el 25 de Agosto de 1944. El general De Gaulle se  instala ese mismo día en la capital francesa como presidente del gobierno provisional.
El Estado Mayor Supremo que nombró a Eisenhower como comandante supremo le acaban de dictar las siguientes órdenes: "alcanzar el corazón de la Alemania nazi".
Sin embargo, los intentos de conseguirlo durante 1944 han resultado una auténtica decepción: fracasa la operación Market Garden (una invasión de Holanda) así como opciones de cruzar el río Rin por el sur de la cuenca de dicho río. Los aliados se paralizan en la línea defensiva al oeste del territorio conquistado alemán, la que durante la Primera Guerra Mundial fue la línea Sigfriado. Asímismo, la Wehrmacht también mantiene sus posiciones en el norte de Italia, atentos ante cualquier ataque aliado a través de la península transalpina (Italia fue invadida por los aliados en el otoño de 1943).
Los alemanes aún tienen suficientes fuerzas como para intentar una última gran contraofensiva. Adolf Hitler elige como lugar del ataque el territorio belga de las ardenas, (del cual es escrito el libro Las Ardenas 1944, por Antony Beevor), y en concreto, sus crasos bosques. Al emoezar la operación en plena  estación de invernal, con mal tiempo, y gracias al secreto con el que se empieza esta, consiguen pillar desprevenidos a los aliados. Tiene lugar así la tan conocida batalla de las Ardenas, que comienza el 16 de Diciembre de 1944.
El efecto sorpresa provoca que toda la 101ª División aerotransportada americana, una de las que había participado en el gran y tan esperado desembarco de Normandía con sus paracaídistas, queda cercada en un pueblo de Bélgica, Bastogne. Entonces emerge la genialidad del general británico George S. Patton, que se adelanta a las óredenes de Eisenhower y ordena hacer girar tres divisiones de su III ejército para iniciar una inesperada contraofensiva que cambia el curso de una batalla que se satisfascerá con otra de las muchas victorias aliadas.
Y así fue como, puerta tras puerta, casa tras casa, ciudad tras ciudad, los generales rusos, estadounidenses y británicos consiguen hacer retroceder a los nazis y los arrinconan en el corazón del Tercer Reich sin salida posible, lo cual acabó con el suicido del propio Hitler y la rendición alemana el 7 de Mayo de 1945 por parte del nuevo y corto canciller, Karl DÖnitz.