miércoles, 18 de febrero de 2015

La invasión de Polonia

La política genera extraños amigos, es lo que ha ocurrido en la noche del 23 de Agosto de 1939, cuando la Alemania del FÜhrer y la Unión Soviética de Stalin han decidido dejar de odiarse mutuamente y convertirse en fraternales socios. El ministro de exteriores alemán, Joachin von Ribberntrop, la cara simpática nazi, se trasladó a Moscú para intentar repetir uno de sus grandes acuerdos internacionales que tanto satisface a Hitler. Se lo a sugerido a el ministro de exteriores soviético, Viacheslav Molotov, poco amigo de los focos pero que es una de las sombras más eficientes del líder soviético Iosej Stalin.
A la mañana siguiente el mundo descubrió que ambos países han acordado no agredirse el uno al otro en el futuro, alcanzando así cada uno evitar a un enemigo de considerables dimensiones, varios estados son intercambiados entre Ribbrntrop y Mólotov: La Unión Soviética se queda con Finlandia, los países bálticos y Besarabia (Región de Rumanía) y a cambio le dona a Alemania el poder de la mitad de Polonia, incluyendo la ciudad de Danzig y el corredor Polaco.
A partir de entonces Hitler actúa con la seguridad de quien sabe que sólo tendrá enemigos de Occidente, pero no de Oriente. Alemania no tendrá a su espalda una Unión Soviética hostil, como había temido. Apenas concede un respiro a su aparato militar y planifica la invasión de Polonia para tres días después, el 26 de Agosto. Pero un día antes de la invasión, Gran Bretaña firma un acuerdo de defensa mutua con Polonia y la operación alemana se retrasa para valorar los riesgos.
Las SS reciben órdenes de calentar el ambiente con Polonia para justificar la invasión de esta.
El 31 de Agosto llevan a cabo una operación de provocación, haciéndose pasar por tropas polacas que atacan una antena de radio alemana.
A las 04:40 de la madrugada sucede el primer acto bélico de los alemanes: La horrible luftwafe alemana bombardea la población de Wielun sin hacer diferencias entre militares y civiles. El fuego de las bombas lanzadas por los aviones arrebata la vida a 130 civiles y acaba con el 75% de la ciudad. La II Guerra Mundial ha comenzado; el ataque pilló desprevenido al ejército polaco, que había sido llamado a filas y, posteriormente desmovilizado el 30 de Agosto.
Las operaciones militares alemanas se producen con una gran virulencia y agresividad desde el primer día.
Se realizan acciones contra objetivos civiles (como pueden ser os bombardeos a hospitales, colegios o como las ejecuciones que se producen prácticamente cada día).
Se pretende causar el mayor daño posible y minar la moral de los polacos y, a su vez, a los aliados. En el fondo esta guerra es una llamada guerra total, diferente a las anteriores, que se libra más allá del campo de batalla.
Un ejemplo bien claro es el exterminio de los judíos, llamado holocausto, el cual empieza desde el primer día de guerra: el 3 de Septiembre se quema a lo bonzo un rabino hasta acabar calcinado y el 4 de Septiembre tropas nazis llevan a cabo la terrible masacre de Czestochowa, que acaba con más de 600 muertos civiles, muchos de ellos judíos indefensos. El total de muertos en la invasión, es sin lugar a dudas catastrófica, entre 15000 y 200000 ciudadanos polacos.
El 17 de Septiembre, Iosef Stalin, que había estado a la espera de ver si la invasión se detenía en el lugar indicado en el pacto secreto  -como sucede- inicia la invasión de Polonia por el este. Las tropas de ambos países se coordinan, al igual que sus dirigentes, que actualizan el trato pactado: Alemania se quedaba con una porción mayor d Polonia a cambio de que Lituania pase a pertenecer a la URSS.
Aún así Varsovia aguanta más de lo esperado y, el 19 de Septiembre, Hitler ve como se reprime su plan de dar un gran discurso victorioso en la capital polaca y debe conformarse con darlo en Danzig. Varsovia aguanta exactamente 1 mes. El 1 de Octubre, las tropas nazis entran en la ciudad y 5 días después, es l propio Hitler quien lo haría y se prepara para presidir el desfile de la victoria. Hitler habla en el aeropuerto a los reporteros con palabras que dejan pocas dudas respecto a sus planes en un futuro cercano:
-"Señores, han visto ustedes las ruinas de Varsovia. Que sirvan de advertencia a los estadistas de Londres y París, que todavía piensan en continuar con la guerra."
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Información sacada de la revista MUY HISTORIA. Muy buena, os la recomiendo, siempre que os apasione la historia.